Cada variedad de uva tiene su propia copa. De la forma, del volumen de la copa, del diámetro del borde y de su acabado dependerá el sabor y el buqué. Ya son varias generaciones Riedel que estudian y diseñan la mejor copa para disfrutar del vino. Realizaron varias investigaciones y llegaron a conclusiones científicas que acreditan que un diseño adecuado de la copa influye en la apreciación de los matices del vino. Es por eso que Riedel diseña sus copas en base a la ex-periencia que genera la cata. El resultado, las mejores copas del mundo.

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